Una de las etapas más
importante en los niños es la materialización de una idea, un sueño o un anhelo
a través de un dibujo. Esta actividad en los niños es el proceso más sincero y
expresivo que puedan manifestar desde temprana edad para lo cual es necesario
brindar infinidad de actividades creativas e innovadoras que permitan superar y
madurar los procesos de expresión. Esta es una de las tantas maneras para
comprender que todo niño desarrolla su capacidad de asombro con sus propias
actividades, en este caso las manuales-expresivas, y es a partir de ese momento
cuando el niño empieza a pensar en el ¿Qué hago? Y el ¿Cómo lo hago?, pregunta
que hasta los más grandes personajes representativos de la historia universal
del arte, se hacen antes de iniciar una creación o propuesta artística,
involucrando todo su potencia cognitivo que conlleva a un resultado.
Diversas
clasificaciones se han propuesto para hablar de los desarrollos básicos que se
distinguen en la evolución del grafismo y de la escultura de los niños. Se
menciona aquí la teoría de las fases evolutivas de viktor Lowenfeld.
La teoría de las fases
evolutivas surge del principio de que a medida que el niño se desarrolla, su
expresión artística se transforma, pasando por fases sucesivas bien definidas, que
comienzan con el garabateo y que van progresando sucesivamente.
En esta etapa no hay
una autentica motivación para representar objetos o personas sino simplemente
una motivación hacia el movimiento. Lowenfeld profundiza en esta etapa hablando
hasta de tres tipos de garabateo: garabateo desordenado, descontrolado y
ordenado con nombre.
La etapa siguiente se
denomina fase pre-esquemática, el niño se siente tan atraído hacia el dibujo
que puede llegar a concentrarse en la tarea durante largo tiempo. El niño
comienza a elaborar esquemas en sus dibujos. En este momento por primera vez
intenta reflejar algo. Aquello en lo que por primera vez siente interés es en
la figura humana.
La fase siguiente es
la esquemática donde se da el descubrimiento de un concepto definido de hombre
y de su medio, la afirmación del yo mediante la repetición de símbolos con
elementos geometrizados que son, generalmente la representación de un tipo
genérico o esquema que se va enriqueciendo en la medida en que el niño lo
represente. Esta etapa se refiere tanto a las personas como al espacio y los
objetos.
La etapa subsiguiente
corresponde a la fase inicial del realismo y se caracteriza por el abandono de
las líneas geométricas del esquema. El dibujo asume un contorno más natural con
una mayor riqueza de detalles, se destacan las diferencias en relación al sexo.
Hay el abandono de la línea base, una vez que el cielo baja hasta esta y surge
el plano y el espacio intermedio.
La creatividad es un
componente necesariamente indispensable tanto en el proceso de la expresión
gráfica como en la base para el manejo de los grafismos y la escritura.
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